sábado, 1 de octubre de 2011

Está de moda.


Crítica sobre “ARTE VUITTON” Revista NEO2, mes de Septiembre de 2011. Por: Aurélien Le Genissel.

El curioso ascensor creado por el artista danés Olafur Eliasson, que nos eleva desde la superficialidad de la moda a lo sublime del arte contemporáneo, actúa según Aurélien, más como una máquina del tiempo que como un elemento de moderna comodidad. Al elevarnos, a oscuras y sin ningún estimulo exterior, accedemos a lo que Le Genissel ve como una especie de estudio de artistas postmoderno en el que se intenta mantener vivo el espíritu de la boheme parisina de principios del siglo pasado añadiéndole la inevitable dimensión pedagógica y vulgarizadora que debe tener todo centro de este tipo hoy en día. Bienvenidos al Espace Culturel Louis Vuitton.

El París Bohemio murió hace ya mucho tiempo, y Aurélien parece intentar convencernos de que nunca lo hizo. Desesperado, intenta hacernos creer que París vuelve a ser el ombligo de la creación artística contemporánea, pero nada más lejos de la realidad. Comportándose más como una agencia de viajes que como un crítico artístico, nos invita a visitar la capital francesa para admirar los resquicios de un pasado grandioso, que ahora se esconde bajo un fino manto de polvo en los rincones de los ya rancios museos parisinos. Nuestro amable agente de viajes espera con impaciencia el día en que el Espace Culturel se llene de tantos curiosos como el escaparate de la planta baja  – como si no fuera ya bastante complicado abordar obras de estas características-. Aurélien desea un nuevo escaparate del arte, donde los beocios puedan entrar y salir –eso sí, gratuitamente- para criticar con su incultura, iluminar con sus flashes fotográficos y, cómo no, contaminar acústicamente; tal y como lo hacen frente a la ya mítica tienda de la marca en la avenida de los Champs-Elysées.

Sin poner en duda la muy probable variedad y calidad de las obras expuestas en el Espace Culturel Louis Vuitton, se nos está intentando “vender” tal y como dice Le Genissel, una plataforma de expresión y difusión para las nuevas generaciones artísticas de países poco visibles en el mundo del arte. ¿Acaso la culpabilidad postcolonial de la metrópoli hace que sea oro todo lo que no reluce?

Louis Vuitton no es la primera gran empresa de moda que invierte en arte. Si los excedentes financieros de una empresa de la talla de Louis Vuitton se invierten en centros de arte snob ¿Debemos hacer otra cosa que no sea alegrarnos? Al menos, tenemos suerte de que sea el arte contemporáneo lo que esté de moda. ¿Será ese el motivo por el que el arte de la fundación es casi tan pretencioso como los vestidos que se nos presentan en la planta baja del edificio? Frank Gehry ya ha proyectado el faraónico plan para la construcción de una nueva fundación artística de la marca de moda en París, y la apertura del nuevo centro en Tokyo ya se ha llevado a cabo. Todas las grandes marcas quieren tener su centro o museo. La creación contemporánea está de moda. Y es que de eso se trata: de moda.

David Von Kirchen

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